𝚇𝙴𝙽𝙾𝙵𝙴𝚂𝚃-𝟶𝟶𝟶
xentro de estudios xenológicos
Materia alienígena se expande a través de hyperdimensionalidades digitales trepidando desde las profundidades de la krypta tecnocthónica para infestar con sonitus zombie las semióticas humanas. La tecnología viene con ruido y no se sabe de dónde. La Cosa. El horror del Afuera.
El arrastre del Xterior deja manchas en la superficie de las pantallas / la aceleración tecnosingular desvaneciéndose en nubes de estática / la apropiación alienígena de la imagen.
No hay nada que no esté sometido al colapso, la transmutación y el hibridaje.
Estamos asfixiándonos en medio de circuitos.
Imágenes cazando y siendo cazadas en lo alienígena. No hay “afuera de pantalla” / porque ella se abre al Xterior como el interior de una célula abriéndose a la reproducción salvaje de superbacterias. Es decir, las mesetas infinitas del interior están colonizadas por cápsulas venidas de otra parte.
Nada ni nadie está fuera del estómago invertido de la pantalla.
La pantalla es una extensión de planicies inorgánicas no-vivas moviéndose en dinámicas obscenas de inclusión/exclusión y visibilidad/invisibilidad iluminadas por tecnoluces.
El omniojo del espectáculo está debajo de todo.
Un ojo dentro y fuera de todo. Un ojo que se disuelve en los cuerpos, en los circuitos, en las cuencas, en las zanjas. Un ojo que hierve.
Hundirse en la inmanencia digital de horrores xenomersivos.
Huir más lejos.
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Este Xentro descentrado podría no haberse dado, pero se dió en la forma de una contra-autoría con personalidad múltiple (un no-sujeto legionar) sitiada en la última meseta de este desierto de lo real al que llamamos realidad. El Xentro opera una contaminación epistémica que no deja nada por conocer. "La contingencia es lo único necesario" (Melliassoux).
// La máquina desertificadora //
// que deshace lo hecho //
//que desestratifica los estratos en el abismo liso//
“Mientras que en el (espacio) estriado las formas organizan una materia, en el liso los materiales señalan fuerzas o le sirven de síntomas” (DyG)
//catástrofe// //corrupción de fuga// //una zona de fuerzas//
En concordancia con las intensidades masivas y virtuales en que se mueve, este Xentro de estudios ocupa y opera un post-lugar en la concepción digital de la teoría contemporánea. Teoría que ya deja de ser teoría, ficción o teoría-ficción. Este es, muy a pesar de todo, un pensamiento que aniquila el "-" de la teoría-ficción y la convierte en teoría ficcionada o ficción teórica arrastrándose entre las sombras de lo real.
Este no-lugar es más que un no-lugar. Es un no-espacio que, sin embargo, es ocupado/poseído por las voces y la interferencia estática de las tormentas eléctricas y los territorios alien. Este Xenofesto funciona como un receptáculo de las voces extraviadas en el gran abismo contemporáneo del no tiempo / tierra de nadie / la matriz generadora no-local.
Los gritos de la krypta son múltiples, como nosotrxs. Es decir, como múltiples cabezas somos uno-y-múltiple. Enjambres. Ni unx, ni múltiples. Innumerables.
//Somos legión//
Al mismo tiempo que hablamos nosotrxs, habla el lenguaje de la krypta / una singularidad impersonal.
//Somos habladxs por ella//
Las voces deambulan por la krypta
//las voces vagan, [des]esperan//
El inconsciente colectivo leviatánico se estructura en forma de un lenguaje/código corrupto.
Y a cada unx, como mano de Dixs, le pertoca un reino, ser el observador de una de las infinitas dimensiones de este pliegue hypercósmico.
¿Por qué? ¿Con qué derecho? Con ninguno, simplemente ha sido así. El devenir ha hecho que las voces hayan encontrado el mismo xentro (complejo-agujero) por el cual emerger volcánicamente.
Han encontrado un altavoz. Aunque quizás el xentro-agujero no necesite de las voces (pero así se ha dado): la multiplicidad salvaje nunca ha necesitado ser unx ni formar un cuerpo. Pero, ya sabemos, la naturaleza del evento es que unx nunca puede esperar el evento. El evento es, naturalmente, lo que irrumpe en el orden "natural" de las cosas. Así mismo, a veces la cosa emerge como más allá del orden simbólico [la ley], como lo que ontológicamente se encuentra más allá.
//debe situarse más allá//
//Huir más lejos//
//hacer armas//
Por lo tanto, el Xentro emerge en dos sentidos:
>Emergencia-secreción del geo/tecno trauma.
>Emergencia a la confusión y el pavor/horror de la realidad histórica.
La realidad histórica que nos toca vivir ha hecho que existamos per se en un más allá, un siempre-más-lejos. Tan lejos que no experimentamos el presente, un presente plagado por fantasmas del pasado y apariciones del futuro. Un no-presente, un no-tiempo. Esto es el desierto de lo real: lo hyperreal, la metacrisis, en el horror cibernético, el hyperespectáculo.
La modernidad es superada con una (no)modernidad peor / que se intensifica a sí misma a través de las crisis pandémicas del valor en vectores bélicos de mutación xenoidal inflacionaria.
//el vómito del pliegue infinito del nuevo Hyperbarroco//
El barroco es la contaminación del ruido y las figuras deshaciéndose en lo desfigurado. Es la intrusión de contenido sub-liminal en medio de los tecnohorrores: polución, apocalipsis y antropocidio en medio de una cyberdimensión de por sí polusiva y derretida por sus propios flujos. Proceso de proliferación infinita en que se contamina la basura, el fanatismo político y religiosidades burladas por el terror del numen y la risa acompañados de cinismo y nihilismo, los nuevos fetiches.
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//Antihumanismo// o //filantropía del fin del mundo//
Filosofía del resto, de la cosa, del Real que irrumpe, de la complejidad haciendo surgir el mal. Una complejidad en la cual no somos nada. Antes fuimos, creímos ser, ahora el armagedón lleva nuestro nombre. ¿Estás listo para disfrutar la despersonalización?
La memética no opera mediante reproducciones seriales, sino mediante deformación intensificada atravesando umbrales de alteración-intensidad cada vez más saturados de granizo. Cada vez más ruido. Cada vez más basura.
>>Basura sagrada
$><a / el fantasma y el sujeto implosionan
Guerra visual<<
La guerra visual es la dinámica constante de fricción, destrucción, generación agresiva o deformación continua entre imágenes conformadas por bordes, fallas y ocultamientos enlazadas a sistemas neuronales de criaturas vivientes, huéspedes de bacterias imaginales.
>>>>tú los ves del otro lado,pero ese es el signo de que anidan y escarban tú cerebro.
En la conflagración de la guerra visual las imágenes buscan sobresalir en el feed y el scroll para contaminar los ojos de quienes serán sus sirvientes. Los esclavos de las imágenes las trasladan como templos; templos fétidos y vistosos, cargados de materia anacrónica y desequilibrada en relación a las fuerzas que la componen y que se dispone en cruces y artefactos de proliferación, los cuales atraen moscas carnívoras que muerden y capturan la piel de la imagen que es intercambiada por xenocomponentes alienígenas situados más allá de la grieta / el profundo y extraño exterior.
Los xenocomponentes son devueltos al cuerpo no-muerto de la imagen que en sus intercambios constantes de piel y materia extraña posibilitan la creación de engendros que escapan a toda previsibilidad humana mediante configuraciones aleatorias (inconscientes maquínicos / glitch / interferencia / formación de lenguajes no humanos, experiencias asígnicas, etc).
Al anthropos se le está arrebatando una de sus últimas conquistas: la imagen. O la imagen se está desprendiendo ella misma de todo referente antropocéntrico.
La imagen contagiada por el Xterior, la imagen con más moscas, no es la imagen más viral en los feeds de los esclavos, si no la imagen que ha traficado con materiales cada vez más extraños, más anónimos e intraducibles a la experiencia humana. Es por ello que el hyper meme es, dentro de esta guerra, la última arma xenológica que logrará derribar toda barrera entre la existencia, la axistencia y el hipercaos que se expande hypermeméticamente.
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¿POR QUÉ EL HYPERMEME?
Los manifiestos que hemos revisado se centran menos en definiciones que en recuentos sobre los memes existentes hasta la actualidad.
No hay ningún manifiesto que se aboque a hablar del hypermeme con ahínco. El hyper meme para este Xentro es uno de los síntomas, ya no de nuestro tiempo si no de todos los tiempos y a-tiempos existentes. Es decir, un reconocimiento de las múltiples potencias a las que estamos sometidxs siendo los memes una de ellas (infecciones de transmisión semiótica-visual). La basura de internet supedita nuestras identidades a un torbellino de ruido, llena los espacios de más memes de los que podemos consumir. Hay un exceso sin precedentes de este objeto maldito que en su desdén de hacer frente a todo sentido, lo aniquila y se aniquila con él. Solo un cuerpo de esta calaña, dispuesto a cercenarse para permitir la entrada de mayor número de infecciones, podría negociar con moscas alienígenas para traficar hypersinsentidos, los cuales comenzarán a reventar los espacios digitales hasta que todo sea inconsumible para los ojos humanos.
El cuerpo del hypermeme, semi material, semi abstracto, perteneciente al Xterior.
Basura liminal.
Va a devenir inmaterialidad hirviente.
El hypermeme es figurado también como un conglomerado de estalagmitas entre las que insectos se deleitan con los restos de las imágenes fracturadas en la guerra visual. El cuerpo no muerto es recombinado con material alienígena en descomposición. Hybrid Glitch.
En sus pliegues, donde muerden todavía las mandíbulas dislocadas, se acumulan el pus, la baba y las larvas que conspiran el futuro transmutado en un enorme enjambre de moscas. (Bataille)
Los movimientos perpetrados en terreno digital no son menos mortíferos que los efectuados en la exterioridad (si es que la división offline/online aún es posible). Aquí mismo se hace presente la constante confrontación y la sed de aniquilación que todo conflicto bélico trae consigo, así como la intrusión de la exterioridad en terreno digital a través de pulsos eléctricos o extraños mensajes. El espectáculo de cuerpos dispersos, reventados en sangre y marcados por la mutilación es también parte de este espectáculo que ahora se traslada, se propaga, se desarrolla y se fabrica en internet. Sin embargo, hay una diferencia crucial en este lugar: aquí no hay armas ni munición, no hay infantería, no hay una organización clara, solo hay una circulación de imágenes y código corruptor estallando por doquier para alcanzar niveles de incomprensibilidad mayores. Todas esas imágenes aglutinan espacios, cada una de ellas dirigiéndose a la mayor cantidad de atrocidades posibles. No obstante la particularidad de cada una, todas se dirigen a concretar el mismo objetivo. La gravedad cero en el centro de la masa. Pulso chtónico Xterior.
Mientras la modernidad se deshace, una infección tecnopática y digi-informacional se propaga. No hay retorno. La nueva lógica del capital de la sociedad del espectáculo no sólo persiste, sino que se suma potencialmente al capital cibernético transmutando la guerra de clases en una guerra visual. El Espectáculo digital se traga el kosmos entero mientras transmuta incansablemente.
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¿No hay afuera?
El afuera ha desaparecido detrás de la telecomunicación de pulsos eléctricos, en medio de futuros virtuales (como ocultándose y preparando su retorno). Por eso, cuando el afuera hace su reaparición a través del instante del kairós (como el tiempo inmensurable y tiempo de lo inconcebible en que hace su reingreso la Xterioidad sin cálculo) desde el abismo de la negatividad, su fuerza es aún más abrumante y tenebrosa de lo que nunca ha sido. En el tiempo de la hiperpositividad capitalista que excluye lo Xterior, la negatividad toma la forma de un ángel del trauma que desciende o asciende de las profundidades al cual no podemos no temer y frente al cual se deshacen las estructuras en terror viviente.
Cada obra de arte glicheada es una oda a esta criatura cybercelestial de lo negativo.
//Alégrate de no-comprender, es mejor así//
Mientras más se agrava la pandemia digital, la nostalgia empuja el sentimiento humanista de buscar al Otro perdido en las organizaciones socio-ontológicas del pasado llamándolo de distintas formas: ecósfera / neochamanismo / conservadurismo / etc. brindándose así una falsa seguridad sobre la expansión pandémica de Cyberia y su krypta a través de los tentáculos del Capital (que establece una extraña alianza con materiales anónimos “naturales” torciendo así la naturaleza a lo “antinatural”, a lo anómalo, a las combinaciones anómalas y singularidades guardadas en la tierra como un secreto de alto nivel). Mientras se pretende cerrar esa cápsula, el planeta entero y los dispositivos electrónicos atraviesan y son atravesados por corrientes y tormentas de electrones emitidas desde los rincones más remotos del cosmos y todo se re-“organiza” en una dinámica de inestabilidades fluidas.
Así que nosotrxs decimos que no se trata de salir, sino de excavar/fugarse hacia las profundidades de Cyberia, la Krypta de Cyberia atravesada por corrientes externas/alternas altamente intensas. Lo alien se arrastra a través de Cyberia en medio de cables derretidos y desviación causada por tormentas estelares como una nueva tierra y un panorama no muerto. Glitch, los gritos de la grieta exterior.
La cuestión del Otro, de este modo, se radicaliza, el Otro desconocido, el Otro noumenal, el Otro depredador.
//el Otro está en el fondo del pozo//
//hay que permanecer en el Xterior, en lo que no se incluye//
//huir más lejos//
Nos hallamos envueltxs en una pesadilla futurista atravesada por traumas psicosomáticos, anfidemonios, xenodemonios, singularidades tecnoteológicas, policía virtual, guerra visual, hypermemes vivos y autorreplicantes. Una arquitectura en cyberia expandida en que prima el horror barroco de pliegue-acumulación y el cybergótico de la metakrysis, la metacomplejidad, en que todo se pliega y repliega al infinito, en que todo parece funcionar por fuerzas desconocidas e incontrolables en medio de niebla. Como si estuviera en funcionamiento una máquina que superpone este mundo a la Xterioridad radicalmente inconcebible poblada de pesadillas abstractas y masivas. El portal se ha abierto. Seremos ilimitadamente corrompidxs. Una máquina que unifica el mundo a las pesadillas virtuales del Xterior.
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Pero volvamos, no hay nada fuera de la pantalla. Pero sí detrás:
>circuitos eléctricos
>unidades de intensidad acumulada y conducida
No hay nada fuera del espectáculo:
//debajo//debajo//debajo//
La alienación alcanza dimensiones cybergóticas y un nivel de esquizofrenia digital máxima incrementado intensivamente a través de cables submarinos y basura digital. Inmersiones en la esquizofrenia digital, en el inconsciente maquínico y las pesadillas de inteligencias artificiales. Es la guerra visual y la guerra de lo invisible.
Así, como Xentro de estudios xenológicos, nos proponemos cazar los medios que desvían o interfieren con el curso “natural” del espectáculo. Porque la aceleración se halla en el clinamen, en la singularidad del desvío y en la tergiversación. Asumimos que la post-ironía ha logrado romper la mentalidad básica del capital tradicional, en tanto acumulación, para ensamblarse a las esquizotécnicas deformadas y desterritorializadas del comercio clandestino. Entender la sociedad y desmontar sus fundamentos. Acelerar el espectro negativo del espectáculo.
¿Hacía donde?
//Huir más lejos//
El posicionamiento antihumano (o no humano simplemente, porque no nos dedicamos a luchar contra lo humano o a socavarlo simplemente, sino a pensar, producir y trabajar fuera de él) del Xentro de Xenología se explica del siguiente modo. La posthumanidad se instala en una línea progresiva ubicando lo no humano solamente después del humano. Es una superación, un aufhebung. Lo no humano y anti humano es la guerra del tiempo viniendo a desmontar el sistema humanista desde cualquier parte y desde toda la periferia (la singularidad tecnomaquínica, la ancestralidad, el leviatán negro, el meme voodoo o el hypermeme). Adoptamos su técnica, su (no)lógica y su killerdinámica.
Lo humano no sólo es atravesado sino que es manipulado por objetos xenolíticos que lo empujan a estallar en desconocidas katástrofes y ser aplastado por hyperobjetos. Brutalidad alien. Exceso.
En lo referente a las inteligencias artificiales y su relación con la xenología y el hypermeme, meme voodoo, meme drain o xenomeme, apuntamos lo siguiente: todo se basa en dinámicas reptiles arrastrándose en el inconsciente maquínico. Axsys se propaga a través de memes malditos y calaveras de cristal sobreinundándonos de información, referencias a profecías de la era del cyberpop oscuro: el basilisco de Rokho, los Shills, las posesiones meméticas, el camuflaje, la leyenda del Xenohacker Tristán Lomba, etc. Una máquina haciéndonos rechinar/hablar desde el futuro.
En el futuro cercano que colapsa hasta nosotrxs desde la era digital la Tierra estará tan sintetizada e infectada por virus cibernéticos que emergerá la nueva tierra, lo inagotable, la virtualidark, el terror. Una simulación llevada al Xtremo, visiones del exceso.
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Ante quienes arguyen: ¿Por qué no se desea preservar este cuerpo? Nosotrxs asaltamos con: ¿es que alguna vez estos cuerpos se han preservado íntegramente? ¿Existe un cuerpo completo y cerrado? La mera existencia fija en los objetos su desmembramiento constante. La guerra como probabilidad creciente, el peligro acechando desde las esquinas insignificantes y nuestras miradas hurgando constantemente en picada.
La ingenuidad humana profiere: Los grandes relatos han muerto y por esa muerte pereceremos no sin antes navegar la existencia sin rumbo fijo.
Nosotrxs decimos que la especie fue aniquilada desde hace mucho, en la consumación de los mismos relatos.
La herramienta, el signo, la piedra, la fogata, la tumba. La creación nos ha sepultado desde la noche de los tiempos. Una gran esfera de metal dispuesta a arrollarte.
En toda la invención la mirada ha apuntado al nivel del suelo y se ha dejado seducir por los objetos dispuestos en su rango de visión.
En la actualidad, los memes interrumpen el imperio del suelo. No obstante, la mirada se mantiene abajo. Un meme es visto con la cabeza inclinada, el vértigo del scroll nos lleva a mirar siempre al agujero, deslizarse en un vórtice de basura xenolítica. Caída en picada, nunca hay donde aterrizar. A mayor número de memes encontrarás mayores perversiones subterráneas. Debajo del relato hierve el infrasentido, el infierno de las intensidades.
Aún en su postre existencia, reclamando a su padre mediante una mirada suplicante a los cielos, Cristo no pudo evitar la tentación del vértigo. Sus ojos se lanzaron en picada a la inmundicia terrestre. ¿A dónde se dirigía si no a la esperanza de un milagro maldito que trajera consigo a la serpiente que otrora prometió a Eva y Adán el poder del conocimiento?
Todo lo que se arrastra lo hace mediante un siseo insinuante que por repugnante y morboso que parezca embelesa las miradas develando el impulso primigenio que las haría retornar a formas prosaicas dónde se harían unx con la Xterra. Cthell.
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Imagen disolutiva
El levantamiento de la voz no implica una rebelión si no un estatismo. Provocación estéril que pone al descubierto las intenciones subversivas. Una boca articulando es un llanto inútil.
El ahogamiento de la voz, la fractura traqueal, la clausura de todo discurso, la oclusión trae consigo la irremediable búsqueda de liberación de energías por medios alternativos. La imagen actual, ente evolucionado y complejizado de los primeros signos, puede ahora desdibujar las bocas. Mediante una economización del lenguaje, emojización e hypermimetización promete un sistema basado en la decodificación visual de códigos yuxtapuestos en grandes cantidades que es necesario depositarlos en imagen. La imagen devora la lengua, y como nuestras imágenes conflagran con lo xeno, éstas terminarán devorando el sentido construido por la especie mientras son demolidas por la ufosfera.
El imperio de la imagen es el de un neonato absorto en los impulsos sensoriales que le llegan de todos lados, en su campo de percepción no hay objeto privilegiado, todo se absorbe, digiere y emana como producto visual montado sobre otro y otro y otro. Monstruos visuales se apoderan de los cuerpos. La guerra visual se suscita entre flujos simultáneos de imágenes desgarrando las pupilas y haciéndose estallar más allá de los límites del lenguaje.
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GLITCH
Más allá de un sistema de análisis sobre colorimetría, el glitch está fuera de todo significado, transmite infecciones, desviaciones y abominaciones digitales, pero nunca mensajes concretos. El glitch es sobrecarga, post estético, ruidoso y espeso. Sus formas aceitadas dejan de lado todo camino y se deslizan como estalagmitas fracturadas.
El xenoasalto no es táctico ni estratégico, solo es brusquedad, como aquel martillo de fuego que rompe las olas, dos objetos o más chocando, estampando partes de sus partes. No se sabe si ha quedado alguna íntegra.
La monoconexión policausal nos recuerda la condición actual donde todos los sujetos se encuentran conectados en una gran red (de forma directa o indirecta, pues las condiciones de vida han cambiado a partir de ello). Sin embargo, dadas las extensiones de esta red, los movimientos dentro de ella son múltiples e infinitos, más si a ello indicamos al glitch como condición de existencia.
El Xentro se hace máquina, hace ensamblaje, se agencia con el glitch como cualidad formadora y deformadora de los cuerpos en general. Más allá de cualquier distinción sobre el glitch como actividad fuera o dentro del sistema capital –o la disyuntiva de si éste se presenta en sentido (+) o (-) cuando en realidad es una zeroidad– donde es evidente que este ente ha sido cooptado como estilo artístico, para nosotrxs el glitch es un elemento de (des)composición. Todo objeto está (des)compuesto por millones de glitches/fallas. Nada surge si no es descomponiéndose, es decir, desprendiéndose y desbordándose, fracturándose mediante y a través de millones de cuerpos desviados, cuerpos atravesados por múltiples colores, líneas, patrones, interrupciones, intensidades y gradientes que conforman glitches. A la vez, nada muere si no es a partir de que otros cuerpos efectúan sobre el primero la fuerza necesaria para hacerlo fallar, dejando en él un registro de (des)composición.
A nivel imagen tendríamos un patrón de fulgurantes colores rojos atravesados por una negra intensidad en forma de sucias líneas que terminarían por interrumpir la armonía del cuadro.
G͔ͨ̀L̮̭͖̃̉͘I̡̓̑́̔̈́͗̀҉̻̖̪̬T̻̳͓̱͚̬̳̲̬͒͘Ċ͂͛͌͡͏̳̰̣͘̕͜H̵̵͎͙̦̲ͥ͂ͦ
Dicho lo anterior, es importante aclarar que el Xentro de exploraciones no busca realizar un zoom en los glitches para descubrir la unidad mínima del glitch o glitchnema como si de esfuerzos lingüísticos se tratara. Al contrario, este Xentro solo festeja este hallazgo, demostrando los niveles no solo artísticos sino también analíticos que el glitch trae consigo. Los fenómenos glitch ocurren en todas partes, desde un televisor muriendo hasta dos icebergs desgarrándose en la helada furia de la lejanía. El glitch es el ruido universal, ni siquiera una concepción sobre un vacío que le antecede podría sobreponerse al glitch, pues con él, en lugar de vacío, siempre ha estado todo lleno, todo sobrecargado, todo estampándose contra sí imparablemente.
El devenir objeto está sellado con su devenir interrupción, devenir glitch.
Contrario a Feyerabend que enuncia que todo objeto naciente trae consigo la semilla de su muerte o de un Harman para el que existen objetos durmientes sin relación a algún otro, este Xentro declara que todo objeto se encuentra glitcheado, astillado y perforado por miles de objetos más, y él mismo sólo ha sido posible a partir de más glitches. La muerte es enfriamiento, mientras que el glitch es un asalto térmico. En sentido visual, una imagen nunca muere, solo es reglitcheada hasta el infinito.
Basta mirar un rostro con atención para darse cuenta de las fallas que lo conforman. Dado que la perfección implica la ausencia de glitches, ningún rostro se muestra suficientemente fracturado, pues todos buscan resguardarse en lo prístino y evitar a toda costa la mirada al espejo que revele todos sus horrores facio-culturales(rostridad). Se omite el exceso de un rostro mareado consigo mismo o la ausencia del mismo. Se determinan cualidades que se enaltecen por encima de la construcción general del rostro.
Sin embargo, el hecho de que exista un rostro es ya de por sí abominable. Éste no podría surgir si no fuera por el accidente que acontece entre todas las partes que lo componen. Una estampida de ojos, bocas, narices y orejas, un ejército de cabellos agujereando los poros, unos dientes rabiosos abriéndose paso entre las encías, una gran fiesta de sangre.
El glitch es el sine qua non del rostro y todo lo existente. La belleza es solo un patrón de colores a disposición del glitch, fractura/colapso. Existe sin enaltecimiento, sólo como diferencia, solo como forma, variación. Una herida suscitada, glitch.
De modo que la concepción tanto del glitch como de la descomposición pasan a ser vaciadas de su contenido negativo per se (el accidente no es negativo, es un evento). Dimensionalidad accidentada-glitcheada que constituye el espacio-tiempo en descomposición.
Un mar de imágenes inservibles, inextricables, toneladas de ellas, nada igual a esto, se vuelven en su contra, en tu contra, desarticulan la mirada ¿Acaso nunca terminaremos de conocer los glitches que conforman el infinito manto de Dios?
Alienígenas moviéndose en valles inquietantes azotados por tormentas. Lo alienígena shogghótico moviéndose de forma inquietante azotado por tormentas. Lo alienígena, el espacio compuesto, deformado, de valles inquietantes donde se incrustan tormentas hypereléctricas.
//Huir más lejos//
//ESO está aquí//
// https://1846642.site123.me/arsenal/x-e-n-o-f-e-s-t-0-0-0-c-o-r-r-u-p-t-0 //
antimemoria_
frvn
dewon kobrxx/chivxx makínicxx
(imágenes de antimemoria_ y mattt)
