El chivo maquínico viene a meter sus cuernos y sus lenguas en el cerebro cultural, político y religioso del movimiento del espíritu de este tiempo, y obviamente de los otros tiempos. El chivo es un fantasma y un nervio. No tiene nombre pero sí posición en contra del posicionamiento y los bulbos. Las publicaciones se incrustarán como pezuñas en los huesos de un plasma llamado carne virtual que chupa vuestros cerebros. Nuestra mera existencia es ya un atentado. Advertencia, la bomba es lateral.
Cabe decir, por último, que escribimos no desde el tercero, sino desde el último de los mundos.
El rapto ya viene.
Sustituir chivo, por la Kobrxx y la sangre fría
y el misterio Dewónico