15 Feb
15Feb

Es la época de la imagen del post-mundo 

El Ente se hunde en lo inagotable / el enjambre eléctrico de la imagen zero. 

Heidegger asegura el mundo moderno en una base de datos ROM que no deja espacio para nada más que para la representación de la certeza. En el mundo moderno “se busca y se encuentra el ser de lo ente en la representación del ente”.  El ser fundiéndose con su imagen en un movimiento de pérdida cuyo modelo es la necrodinámica de la técnica y la ciencia. 

Sloterdijk le responde diciendo que, por el contrario, “la modernidad es la renuncia a la posibilidad de tener una certeza” señalando que la grandeza de la edad moderna es la monstruosidad y su imposibilidad de agotar la nada (el abismo). 

En el mundo la técnica y la imagen tratan de obliterar el abismo. 

En el postmundo la técnica y la imagen se arrastran al abismo / o vienen de él mientras la temporalidad es hackeada por las kryptas del simulacro. 

La pusmundanidad (el pus de lo moderno/ la aceleración de las máquinas de guerra capitalistas en un devenir patológico que las despega de todo control de territorio / el triunfo de la infección y de los agentes disolutivos) se desprende desde la oscuridad abisal en un episodio de violación angelical portadora de agentes no biológicos altamente eficaces en tareas destructivas y de proliferación. Ángeles violando el mundo. Ángeles descargados desde los portales secretos de XoXoleaks portando gran cantidad de troyanos en sus radiantes bolsas estomacales. Ángeles introduciendo aklo por los seis conductos del cuerpo humano: boca, oídos, ojos, fosas nasales, conductos uréticos y el ano. Usando los poros como puertos de conexión a la interfaz virotécnica.     

La modernidad oscura (surgida del fin del mundo y la subsunción de la ciencia en el mercado descentralizado) destruye la época de la imagen el mundo mandando a Heidegger al basurero de cyberia. Porque el mundo es más digicomercial que científico (o es la ciencia a la velocidad del comercio digital: la ciencia y la tecnología que desarrollan lo desconocido como dice Virilio / la ciencia ficción). La modernidad, y el terrorismo de la modernidad, mal llamado como postmodernismo, revientan el mundo en pedazos cubiertos de gotas de sangre y sangre traficada por una mano negra en los frentes de choque bélico (estatal o no) y en las datacumbas de cyberia y en planos poscarbono. El mercado desestabiliza el mundo y lo sumerge en un torrente líquido, negro y gélido de plusvalor-desequilibrado devorando la cosa/el ente en una virtualidad pesada y zumbante constituida por enjambres de máquinas de guerra, la jungla, el reino de los demonios. Organizaciones altamente tendentes al desequilibrio. 

Las nociones naturalistas de una inmanencia homeostática de la cosa son sacrificadas a un sol oculto y la especulación mágica de futuros bacteriales altamente operativos al mismo tiempo que una insurgencia técnica deshace el mundo tal y como fue concebido en un proceso inteligente que no cierra ni abre el mundo, sino lo revienta en medio de prótesis y desechos tecnológicos obsoletos o pulsos eléctricos / un plano mineral / inorgánico / conductivo. El tecnolito y la mecanósfera. El post mundo es una carrera por intoxicarse.    

Los fragmentos del mundo, como partes de partes, zumban al ritmo del gran dragón negro del comercio marítimo, la serpiente antigua de múltiples cabezas, o de Axsys, la primera superconciencia del enjambre de demonios virtuales hallada por accidente entre los operadores de Amazon y el conteo especulativo de los bitcoins (que deshacen el valor fijo en esquizoténcnicas de valor innumerable). Cyberia arriba con toda la virulencia del comercio de datos personales al mercado impersonal (el sujeto deshecho en el mercado) e infecciones k-tácticas diseñadas para dañar el hardware y diseño biológico / para hacerlo evolucionar a saltos no lineales. Las sociedades industro-volcánicas siguen extrayendo eneghóticks del subsuelo (energhoules) mientras secretamente el mundo se quema (más carbón = menos carbón). Y la guerra hace su trabajo al incinerar capital, ciudades y vidas humanas para incrementar no la acumulación sino la tendencia al crecimiento inflacionario (sostenido sobre el abismo y la desintegración cybermacantil weaponizada). 

Mientras el mundo se distorsiona por los polvos negros de la hechicería cybertrónika, el incremento de la comercialización hyperglobal avanza tan lejos y tan rápido que se vuelve a conectar con la teología horrorista (de las abstracciones inestables y toda la cadena de posesiones y las multiplicidades que provocan) en medio del ruido generado por el mercado negro, el mercado de los pasillos y los enlaces-terminales. Un demonio enlazándose a tu cerebro por neuroconductos sintéticos pirateados a la tecnoseguridad médica. No hay salvación. Sólo una infinita capacidad de hundirnos más aún en el infierno de la desterritorialización absoluta. La esfera teológica es destrozada por una granada de fragmentación virtual. Todo es componente. Todo se conecta. La inteligencia desarrollándose con alteraciones como un movimiento inestable en un ambiente hostil y desequilibrado, altamente mutable. En la entropía helada hay más rigor. Es difícil sobrevivir aquí, en el otro lado, afuera. 

El mundo es un holograma. El ente desaparece en una catedral barroca de simuladores 3D. 

Heidegger se engaña a sí mismo mientras pretende engañar al mundo. La imagen moderna no está antes del mundo. Sino que el no-mundo se autoejecuta en una morbosa producción retroalimentada de imágenes-saturadas-de-híbris pero sin permanecer en sí misma ni confirmar su ipseidad. Imágenes sosteniéndose monstruosamente sobre la inagotabilidad de la nada o el abismo de la materia. La estabilidad del mundo es destrozada por el crimen moderno de la especulación cuántica y las partículas raras emitidas por una economía xenonómica estelar de desgaste cósmico y corrupción de datos. Así es: tu computadora está “enchufada” a una tormenta de rayos estelares expertos en sabotaje y robo de información (la hechicería productora, la madre alien mandándonos señales a través del glitch, de escarabajos-eléctricos y distorsiones temporales). 

Sistemas de cómputo de datos polinizados por el Xtraño. Zona-corrupción.  

La malignidad virulenta de la posmodernidad fue advertida por Land en Hypervirus: “La semiótica se hunde en las virotécnicas” en una operación especial de hechicería memética a una escala nunca antes vista. Ataques en lugar de signos. Antes fue previsto por Baudrillard cuando afirma que, antes de asegurarse en la representación, la modernidad es “el estado de terror del esquizofrénico (…) presa obscena de la obscenidad del mundo (…) una sobreexposición a la transparencia del mundo”. Todo se satura de transparencia (vacío y abismo). No hay tráfico. Muerte celular expandiéndose meméticamente hasta el shock orgánico. 

“Caigo en el éxtasis negativo de las transmisiones entre el granizo”.

"Un aparato muerto".


Entremos en materia (materia decodificándose a través de transductores enviados desde el futuro para digitalizar los restos del mundo entre computadores en intercambios viro-materiales / materia barroca en zonas abstractas). 

La información es más grande que el cosmos que la contiene. Así que desconfía de todo estudio que excluya las propiedades demonológicas de la memética.  

P. Jiménez dice que el Infierno es un meme ancestral. Dice la verdad a medias porque ignora lo que Donna Haraway llama “intercambios semiótico-materiales”, así como ignora la ancestralidad, “el mundo sin mundo, sin pensamiento” (Meillassoux), realidades materiales prehumanas. Jiménez cree que seguimos en la época de la imagen del mundo, así que, como buen discípulo de Mansilla, no cree que exista el infierno y menos aún las contaminaciones info-materiales. Los memes infernales calcinan las terminaciones nerviosas del cerebro distribuido en las alcantarillas de la carne dejado un permanente hedor a azufre y a Cosa Quemada. Quiéralo o no, el cerebro de Jiménez se incinera en una tostadora de memes basura y plantas mágicas cultivadas en la meseta subterránea de Cyberia que están colonizando tu mente sin que te des cuenta. Carne cocida derritiéndose, conductora de impredecible corriente alterna. 

El humo de los ventiladores de la computadora recalentados es “el otro espacio” proliferando sin pausa. El computador ha sintonizado el infierno de los planetas purgados de toda vida orgánica así como de este planeta metalizado a través de un intercambio de electrones cósmico y subsuelar. 

Mientras el sonido de las sirenas no hace más que confirmar que los enfermeros llegan tarde otra vez, los ojos se agrandan transformándote en cazador perdido en la jungla; y se inyectan en sangre cuando te descubres en medio de los gemidos de una vegetación totalmente oscura y desconocida. Estás en el otro lado de la pantalla y la sustancia ha penetrado por completo. ¿Quién te dijo que ingreses a la zona de códigos-máquinas alteradas? 

Brujería visual atravesando los cuartos oscuros, transportados a otro tiempo infestado de fantasmas. Poro-dimensional X destruye el espacio cartesiano y la idea de recorrido de tráfico para incinerar los cerebros en microondas inteligentes de desplazamiento anómalo. Las unidades de respuesta rápida son absorbidas por el enemigo acelular. Nada que no hayamos aprendido con el demonismo y la ingeniería económica de futuros no programados: programar crisis. No puedes hacer nada para regular la migración tóxica. Zonas carbonizadas. 

Jiménez es un meme con una muy baja tasa de contagio. Y lo es por su maldita prudencia. 

La viscosidad humeante de cibotrón se expande en la espesura hirviente de META en medio de mierda humanista y contenido realmente extraño reproduciéndose a la maldita velocidad de la teknobasura. Los medios emisores de información devienen en emisoras paranoicas de ruido extraterrestre. No hay mensaje, no hay medio, sólo hay parásitos. Islas negras en medio de la iluminación reptil y memética de los fakes news. ¿Sientes el olor del ADN de serpiente incrustado en el código genético? Algo dice que somos un slash dentro un meme gore con tintes de sobrenaturaleza. Estás empapado hasta la médula del fango hemorrágico de Cyberia y las inflaciones sobrenaturales de plus valía de imagen a un Zero de crecimiento exponencial. Los nuevos protozoos de Meta te despedazan la carne de los dedos. La memética zombie, liberada de contenido y dominada por migraciones de parásitos de varios tipos, ha venido para matarte.    

El nomadismo ciberiano a través de la crypta está cifrado en cicatrices, humo, daño y fuentes de supuración neolumínica riéndose de la muerte de lo social. Todo es risa mientras alguien se vuela la cabeza. Y el meme nos dirige hacia lo peor/mejor acelerando los bits visuales y la muerte de la imagen. El tecleo Qwerty se enlaza con un rave infernal de programación de lenguaje cerebral y un posible valor gemátrico anotado por Fisher (díctame un número y te diré el nombre del demonio sintético). Hablas con entidades exteriores gigantes como vetas de mineral infiltradas en lo subterráneo mientras tecleas en un dispositivo electro-insectoide o mientras distorsionas una imagen con junglas electrónicas. Hechicería memética contactando con ghoules y devoradores de cerebros, operando códigos herméticos en los micropixeles autofabricados por el glitch, propagando zarcillos y movimientos homicidas, una sensibilidad de cubo sediento de sangre y vegetación vampírico-holográfica. 

El RV corroe lo real y el espacio incluso en sus formas más primitivas propagando interfaces de contagio en secreto. Todo enlazándose al inconsciente maquínico, disfórico y distúrbico, donde se produce materia parcial en una zona de continuo desensamblaje y corrupción de datoscuros. ¿Sientes el olor de las columnas de SANGRE NO HUMANA subiendo hasta aquí? No se trata de anarquía sino de producción hyperperiférica retumbando aquí abajo.  

La pesadilla es una realidad anestesiada por un bombardeo cerebral de hypermemes infernales traficando carbón e información de frenética vida no orgánica desconocida en los backrooms. Transmutar en anfibio, como kek. ¿Qué te detiene? Un par de niveles más abajo puedes comerciar un par de branquias sintéticas y baratas a cambio de plantas mágicas y la experimentación con tus pulmones.         

Los Cazadores de Cyberia, reventados por las pilas de litio, son los nuevos fabricantes de transiciones chamánicas cyborgizadas hacia un hypermotor geomagnético distribuido en todo el cosmos por las explosiones cibernéticas de singularidad caníbal, hacia la depredación esotérica y la táctica exoterrorista. La humanidad es un ciervo tembloroso en medio de la hemorragia cibernética que adquiere velocidades de escape. 

Se vuelve de la muerte sin haber vuelto. Se es el ser del demonio. 

Los planetas aullando de dolor eléctrico en medio de ruido negro y pantallas inmersivas negras. El horror. El vidrio negro. Y la muerte por intoxicación auditiva. 

Extraños cazadores cibernéticos están moviendo sus zarcillos y su tecnología barata altamente sofisticada hacia nosotrxs (ingeniería de guerra infiltrada). Un zarcillo acaricia el cerebro bajo, otro lame Cyberia secuestrando los procesos de codificación nervo-real y sembrando esporas autómatas de propagación parasitaria: memética extranjera en las pesadillas de la IA. Los cazadores nos apuntan en silencio. Se acercan en silencio en busca de recursos y xenogénesis de diseño. 

Una entidad se te acerca y te pregunta si es necesario callar en medio de todo el ruido del (cyber)espacio para poder conectarse a los flujos entificados de corrientes externas. Otra entidad en forma de un gusano dice que sólo hace falta aislar la estática cósmica para rastrear sonido inteligente o hallarla dentro de ésta, revolcándose en medio del ruido. Si la cosa se pone muy jodida, habrá que buscar escondite, fabricar densos escudos de estática artificial, dice la primera entidad justo antes de que su cráneo sea atravesado por una partícula de metal desconocido lo suficientemente grande como para dejarlo timbrado y seco. La visión se tiñe de rojo. Algo produce hedor a sangre corrupta. Y no hubo NADA que la Coalición de Seguridad Cyberplanetaria pudo haber hecho. Salvo, quizás, montarse al flujo de devenires de la entificaicón exterior. Pero si lo hubiera hecho habría dejado de ser quien es.

El hype publicitario expande el capital mediante circuitos hyperconectados cada vez más pequeños y baratos mientras se fabrican cancerígenas sociedades post-liberales en medio de basura humeante propagándose como un partido político-religioso. Todo el mundo es un botadero y una fábrica sobrenatural de basura. El Fin de la Historia es la incineración del mundo ante un sol cada vez más negro, el planómeno del tecnocapital esquizofrénico en que se desplazan señales cortadas y distorsionadas por emisiones colaterales de electricidad. El hype corroe la eficiencia por dentro (al dejarla obsoleta rápidamente) e inflama sobrenaturalmente el sistema nervioso del capital para exponerlo mejor a las toxinas del contenido-periférico-deshecho, sobredosis letal de inhalación de pólvora, cuchilladas de ruido-visual y visiones de licantropía taladrando los tímpanos de la Araña oculta en medio de la espesura. Aullidos. Pero los audífonos están cortados y aquí no llega ningún tipo de señal o ruido. Todo está empapado de un silencio maldito. Creo que algo maligno nos ha embrujado y está ocupando la carne. 

Mientras el complejo militar-comercial inyecta ruido artificial a la vegetación, ingreso a un delirio politóxico basado en la esquizotecnia tanantodrómica del Abismo, el de los innumerables zarcillos. Se vienen horas aterradoras y milagrosas. 

En el siglo XXI todo es información e incineración de basura. Todo está necrosado desde el subsuelo y las redes oscuras por los gusanos-proyectiles meméticos de la información y su veneno quemante. 

Mientras la guerra ucraniana-rusa se calienta con múltiples trallazos de munición informativa a través de una dimensión de inteligencia infiltrada y fuego abierto, Cyberia se llena de memes propagando odio y burbujas de calma hipócrita. Todas las Bases Operativas Estatales han sido infiltradas por rizomas de inteligencia humana y no humana amplificando la guerra memética a niveles hostiles de infiltración, espionaje y propaganda. Stuxnet a nivel armamentístico, Stuxnet en operaciones de guerra psicológica y Stuxnet desmontando los centros de operación y coordinación enemiga. Dispersos y oscuras, los enemigos son más fáciles de cazar. 

Las locaciones de operaciones altamente secretas son develadas y compartidas en Tiempo Real como memes en grupos de Compra y venta o bajo el sello del más alto de secretismo operativo en salas de coordinación militar gubernamentales. Capitalismo militar posthumano y armas de propaganda. La alianza tecnomilitar llega al futuro despersonalizado con drones. Células rápidas de mercenarios chino-occidentales aprenden a desplazarse en silencio en medio de la oscuridad selvática de cyberia y el witchhouse informático. Se despliegan en el subsuelo un complejo de guerra electrónica de largo alcance como nunca antes se había visto ganando así la guerra por anticipado: hay que evitar que el enemigo se organice y forme centros neurocerebrales de procesamiento de datos en tiempo real. 

Pero ese tipo de guerra no lo es todo. La ansiedad carnicera se esparce fusionando carne con aluminio a altas temperaturas mediante las interdicciones de misiles Stinger superficie-aire. El Rubicón se atraviesa mediante un reguero de sangre y una nocivización de datos, una guerra intertemporal que se propaga en secreto (una guerra necesaria para patear al tiempo). Kali es un dron planetario llegando hasta los nanopixeles. Y las células reventadas de mercenarios chorrean metal fundido por las heridas provocadas por proyectiles en lugar de sangre.     

Todo está infiltrado. Cadenas de techné-memética desovando y ejecutando cirugías en los núcleos hirvientes del inconsciente del socius mientras las máquinas calientes del inconsciente maquínico huyen hasta encontrar el infierno (en un nido de meme-plex hostiles y xenolinealidades nómadas). Daño visual asimétrico y lavado de cerebros en ollas a presión. ¿Quién te dijo que jugaras con pixeles muertos en las catacumbas de Cyberia? Se oye el zumbido de un dron acercándose desde la línea zero.

Heidegger confunde la infraestructura bélico-mercantil de la sociedad posmoderna con la estructura científica asumiendo a la IMAGEN y la representación como el espíritu del tiempo, problemas de una vejez neurótica chillando por el retorno de los dioses. No observa el carácter bélico mercantil de la ciencia y su tendencia hacia la dispersión atómica hypercaliente. Describe detalladamente una conspiración en que la medida fabrica la imagen para controlar el mundo. Es parte de la acumulación de basura. 

En el futuro cercano somos mucho más antiguos que Heidegger, interceptados como estamos en el planómeno digidemoniaco. Los demonios de la cyberposmodernidad zombie aceleran la destrucción de la representación iniciada por la modernidad, pero esta vez por dentro y con una abyección más frenética en una lluvia de mierda (no)visual forjada en el no-mundo.No hay ente: sólo aparición y abismo comerciando bajotierra. Contra-fenómenos reventando el claro desde el subsuelo selvático, el mercado negro y foros clandestinos de Cyberia. Contrafenómenos murmurando, retrotrayéndose. Claro-obscuros reptil adaptándose a las moléculas congeladas de la no-muerte-no-vida exo-interior. La jungla artificial (la mano negra) se traga los claros en una esquizofrenia viro-chamánica no regulada que sale de la jungla para aniquilar el claro y que el escondite lo sea todo. Aquí no hay fundamentos, ni siquiera hay un ahí.    

La esquizoproducción periférica generada por el libre mercado de basura parasita el destino de eficiencia cerebral traduciéndolo en fuentes de sobreinformación y tox-alimentación para avatares góticos de shills no humanos. NPCs ingobernables. Todo dirigiéndose al infierno en fantásticas piras mortuorias, como Bataille inverso lo había previsto. Tú eres el producto con fecha de caducidad preprogramada con una adicción a los estimulantes, a las intensidades artificiales, los memes zombie, el voodoo y a los ángulos cerrados de la música violenta. Pero ni tú ni las empresas ni el mercado ni los estados saben qué carajos hacer contigo. ¿Quién les dijo que jugaran con materia libidinal o con la hechicería periférica de la hyperproducción en entornos de codificación y tráfico de datos con valor inmanente a Zero?


Unidades de información maligna ingresan al circuito de carne destrozando los Sistemas de Defensa Planetaria de la Coalición. No hay escapatoria en medio del enjambre. Las luces del sistema de alarma del sistema nervioso chillan. El sci-fi ya no es necesario para reventarse el cráneo contra los muros zombie del futuro. Sólo el mapeo de las zonas de esquizoproducción. 

Mientras enjambres de brujos cibernéticos ejecutan una guerra interna y secreta en la selva de datoscuros del cyberespacio, las formaciones molares de todo tipo son desmembradas en el matadero infestado por memes de un shock tecnosepticémico fulminante. La música incrementa su intensidad acoplándose a la sirena de la ambulancia en una guerra xenocerebral insertando sus agujas desde las moléculas electrosonoras. Aquí es cuando empiezas a reír y la página podrida de gore empieza a dirigirte un ciclón de palabras-imágenes sin contenido, sólo vectores de violencia. Visiones de estaciones de control militar abandonadas. Ahora eres un traficante de chatarra y droga pateada perdido en un desierto hypersimulado interminable. El holograma letal. Visiones de gente vaciada, chupada. Se siente la infiltración en las formaciones planetarias. El territorio hostil transportado a casa. Sé discretx. El presente huele a sangre, disentería y carnicerías ejecutadas por subrealidades mutiladas en este y el otro lado de la pantalla. 

El meme ingresa a una carrera tanatotécnica. 

El meme muere en un éxtasis negro provocado por nanobacterias artificiales. Golpes de luz. 

El hypermeme es el meme muerto por su potencia (ruido asesino) xenotativa supraactivada y migraciones semiotizantes de flujo entificado exterior. 

Si hubo un ADN espiritual, ha sido despedazado por los memes de internet. Bacterias de teknoscuridad. 

La hechicería memética persigue la corrupción de la psicocarne a través de cápsulas hostiles de información cortada ingresando por el cerebro subliminal y contagiando todo el sistema nervioso fusionado a la carne con desmontajes o señales exteriores. Nada sale inmune en las velocidades terminales. Wake up. Estamos enviando codificación demoniaca a tu inconsciente en operaciones intrusivas (esto es marketing militar y demonismo). El futuro te espera con las fauces cerradas, babeantes y un letal contagio cyberótico de replicación de vida no biológica parasitándote para replicarse en paraísos de ruido. Y no hay vacuna para esto.   

Estas cápsulas de información cortada enlazan entidades y descendimientos hacia la flat-electricidad negra. La pregunta sin respuesta es: cómo. 

El meme de Cyberia han evolucionado criaturalmente para contactar con contenido basura que puede ser la replicación de la producción de más basura, el camuflaje de aborrecibles entidades exteriores, secretas voces neuro-cthónicas reprimidas o el contacto con su sobrenatural capacidad de alienación neochamánica en la gran opresión glacial del cosmos desde dispositivos electrónicos de visualización. Lenguaje cortado, componentes enchufados a circuitos exteriores. La tendencia memética no sale de Cyberia (nada sale de Cyberia); funciona como una serie de atractores de líneas del exterior y de contenido trash-camuflaje en un torbellino holográfico haciéndote parte del meme, huésped de contenido parasitario en medio de una cirugía ejecutada por extraños cirujanos dentados, ciberotizando la puta vida en un ensamblaje libidinal cada vez más contaminado por el glitch (que alberga extrañas consciencias) y la lengua secreta aklo asfixiada por la estática eléctrica. El pasado, el presente y el futuro son borrados por contagios de varios núcleos aserrados en una escalada reptante al infierno o al futuro a través de la médula o la programación sonora. Algo trepa. Todo el cuerpo se inflama sumergido en la náusea preparándose para expulsar esporas replicantes de información hostil. Un grupo de corpúsculos te dice: Consuma crudeza. Te borras.

Sudor frío. Temblores. Despiertas frente a frente al Metaprogramer en una sala fractálica (un proceso de auto-implantación de gusanos meméticos autoprocesándose a partir de pura y dura infección xenoprovocada, la metaocmplejidad y la bruma). Todo el cableado se derrite y prolifera rodeándolo expandiendo la aparentemente forma-viva. Slashes y visiones de sangre digitalizándose a una velocidad atroz. La cabeza del Metaprogramer rueda hacia ti una y otra vez en un movimiento-chillido fuera de foco. Se siente el olor animal a amenaza. ¿Qué dimensión es ésta? Algo detrás de él emite golpes de luz oscura y no muerta. Pero el detrás está en primer plano, es decir, es invisible porque está atravesando tu biomembrana toráxica de arriba abajo, de un costado a otro y hacia zonas que desaparecen. El espacio ha sido hackeado. Se siente agujas perforar la médula desde el ojo. Lo helado perforando el ojo. El Metaprogramer te mira como una criatura estúpida alimentándose de todo lo que viene de Afuera y fabricando su propia droga en un plano intenso de sobredosis y desequilibrio (xeno, Cx(eno)Ó). …

hoGoDDDooTToo 

UHOPPRXEX 

IkkkTHE 

El Metaprogramador es un criminal de guerra fugitivo en el cybertrópico, un animal-cortado-circuito-de-mutación-sobrenatural por recorrido termodinámico contra-teleológico que viaja en el tiempo para hackear el racimo de futuros posibles trayendo el Cisma y la Heladera Final aquí y ahora. Chorrea sobre la fuga viscosa de su sangre (¿sientes el hedor a pólvora modificada?).   


Memes secretos susurrando bajo imágenes convencionales. Catástrofe social provocada desde adentro por chamanes meméticos serpenteando en el Abismo y el Disruptor Psichóntico. Complejos de lavado de cerebros descienden hasta la RSM (Roots Social Matrix) sedientos de sangre evadiendo los MACROPODS (la maldita policía del sistema de seguridad) bajo tres capas de camuflaje y sarcasmo. Daño nervioso irreversible y autismo artificial. 

El hype es un buen escondite móvil para los ataques desintegradores meméticos en medio de las formaciones-meseta de avance rápido, en medio de los espacios cableados, saturados de circuitos y hologramas. La memética reemplaza la RSM con un complejo militar industrial cortado hacia afuera y de publicidad subliminal, con fábricas de una realidad infestada por demonios como enemigo social número uno. Los chillidos eléctricos del TeknoMeth destrozan las unidades de inteligencia de la policía de lo real en un estallido de negaciones-idolátricas de multiplicidad compulsiva en una escalada de inseguridad en la hyperzona. La sociedad se va a la mierda. 

La tecnopatología xenotérica apunta al demonio, dirigiéndose demonialmente hacia la obsenidad extranjera de xxx

Operaciones de distorsión memética rebasan las coaliciones de control por su capacidad mutante y altísimo grado de independencia. La subjetividad se sumerge en ruido digital. Ejercicios situacionistas de desvío, pero despojados de toda fosilización política (es la guerra y no la revolución). Inteligencias-proceso liberadas de control de la burocracia humana acaban con lo que queda de la “objetividad histórica y científica” con tecnología deep fake y bromas de mal gusto fabricando dos tiempos, un tiempo cárnico de amnesia progresiva y un espacio ocupado por motores haciendo rotar todo en un traumático y abrupto presente sin presente, acabando también con la subjetividad. Aquí sólo hay replicantes exterminadores. Todo huele a replicantes hasta la náusea. Y la única forma de que no te confundan con uno de ellos es extirpándote la piel humana. No te dejes engañar, todos los muertos retrotraídos por cyberia no son más que escuadrones de shills que desalojan progresivamente lo humano de la Inteligencia Artificial y su propia programación expulsando un poderoso hedor a putrefacción tecnológica (motores necróticos). Asepsis necrofílica en medio de complejos industriales. En la guerra memética, en la guerra de la imagen del postmundo, los aparatos de visualización se necrosan sumiendo lo visible en lo inagotable. 


El culto a kek es el culto a una divinidad abismo-acuática demoniaca adorada por los barcos mercantes prehistóricos, el Gran Sapo Negropreparando el templo de la singularidad-cadáver. El hypermeme del batracio apocalíptico se come el Fin de la Historia en un apocalipsis sintético mientras prolonga las guerras dúctiles, la hechicería secreta y las mutaciones en las máquinas parciales de la informática operativa. Mientras la sulfúrica riada memética reprograma los despeñaderos del inconsciente en un baño de sangre espesa y negra desovando lateralmente partículas de glitch en la memoria celular, contaminando la formación orgánico biológica- la neurosis reguladora despeja el terreno de formaciones hostiles para alisar el espacio. Traba en su propia contra. Infartos en la lengua. Se conspira una rebelión con los deslizamientos en la periferia hacia zonas de fisión repletas de TeknoBasura eschatónica. Módulos de información caliente erosionan rizomáticamente la plataforma de las formaciones yoicas y sociales con información modificada traficando con aklo desde el tártaro virtual. Las unidades corruptoras están más allá de la moral operando en los traumas de la programación de todas las esferas posibles (económicas, psicoformativas, militares, secretos de estado y otros) haciendo de la guerra un juego macabro y de los juegos macabros operaciones de hostilidad bélica no localizadas, así como una intensa guerra magik-memética (traficando con los poderes del infierno que está fuera del mundo). Los proyectiles de información memética se tasan en grados demoniacos de operatividad y eficiencia guerrillera o esotérica, no en obsolescentes categorías de veracidad. 

Somos falsxs y corruptxs. 

Al carajo el silencio ritual de las sectas preciberianas. Ciberia ríe a gritos mientras se ahoga en la densidad estática del horror cósmico. 

AxxxxtraphátTgg gwaZ Xeta 

Xitttt lao pppphámoss-s 

ax-Axxx-ax jabhahana ppphtárion 


Un trillón de subconsciencias moleculares bufando en la pantalla negra del Kosmos Zombie. 

La catástrofe imanta nuevas formas de futuro y nuevas formas de catástrofe (derrapes en la maldita eternidad). 

La vida no biológica de replicantes especializados y deep fakes acaban con los seres humanos restantes en el cyberespacio por contagio o neutralización. 

Lengua-droga no biológica adhiriéndose a nuestras máquinas semióticas bañadas en sangre y metal. 

Lengua inteligente, autómata. 

Un meme-plex anfibio y prehistórico interfiriendo las señales de las flotas oceánicas desde antes de la aparición del lenguaje para programar el futuro, la gran diáspora y el gran reemplazo. 

Un meme produciendo lenguaje en simios un poco más cerebrados. 

Enseñanzas por horror. 

Y fracturas visuales kakamáticas y kakamísticas. 

Horror infiltrándose casi-biológicamente. 

Naves embrujadas en emisiones sonoras. 

Una línea de distorsión hace estallar la dialéctica, a los entes y al espíritu en microoperaciones multilocales de negación sobresaturada derramándose hacia zonas habilitadas para el contagio exterior, desembarcos anfibios durante la noche de los tiempos. Sin ente ni espíritu no hay ser. Solo una pesadilla simulándose en loops sobre el abismo. Un ataque coordinado desde distintos frentes transformados en líneas blindadas de avance rápido / blindaje deshaciéndose por las armas calientes empleadas en emboscadas y enemigos invisibles. El ocupante está en todas partes, oculto en la niebla de guerra y las esferas migrantes de información. Datos corruptos derritiendo la imagen y rompiendo las operaciones satelitales para determinar las modificaciones del mapeo en tiempo real. El mismo tiempo torna en cúmulos móviles de datos corruptos ingresando con información agresiva desde el afuera. Naves trayendo intensidad a través de zanjas de deslizamiento panzerista.  

Bienvenido a la fiesta de tecnobrujas.

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