(contiene a: Lucía Rothe-Leonardo Nicodemo-Edgar Soliz-Jaser Antequera-Omar Alarcón-Iris Kiya)
A modo de inyectar contexto / A modo de hacerse inyectar por el contexto / A modo de inyectar al contexto
La territorialidad que se actualiza en lo actual lleno de huecos y en lo actual de otras actualidades va así: la ilegalidad está a punto de hacerse ley (de nuevo). Los vientos de guerra civil (tanto en el terreno ocupado por el estado boliviano como en el terreno ocupado por otros estados) no han dejado de penetrar los poros de mi cuerpo, y de mi cuerpo que se halla fuera de mi cuerpo. La región es sodomizada. Guerra híbrida. Y, por lo tanto, hace falta, perversamente, montarse a esta máquina sadista. Sodomicemos un poco los terrenos de la mal llamada poesía. O digamos que lo haremos (aunque algunas escrituras no dan ni para sodomizar a una mosca. pffff. aún hay tantos pasivos pero con cierta habilidad en el ejercicio de las letras pffffff).
Bienvenido seas: enjambre 3.0. Bienvenido a nuestra actual programación mental, contágiala. Pues de eso se trata, del cerebro mutante.
Ejecuciones en lo real, pero para eso aparentemente también hay otros espacios que es preciso atacar. Se requiere formar un ejército magmático capaz de movilizarse por el contrafrente. No dejemos de hacer contratos con lo antinatural, con lo inhumano, con ese tubérculo verde neón que no hay y que sin embargo es preciso que haya. Aloplasticidad. Alógenos. Alomateria. Es preciso sustituir a los horribles trabajadores con nuestro trabajo violento.
Pero pongamos pies en tierra y seamos breves y claros para aquellos que le huyen a los poderes de criatura de la escritura (aunque tierra sea un elemento para nada claro y se mueva como serpientes; así aparenta ser la capa bacterial en la que estamos sumergidos). Luego de tanto desmadre y acción directa se me insertó en el cráneo la idea de pensar la poesía también como germinación de la lengua desmadre (no de la lengua que acoge y que da luz al mundo, la lengua madre). La poesía-invasión. E hizo y hace falta continuar con nuestra reorganización cultural y simbólica con la presentación de la producción reciente de poesía escrita en territorio boliviano; e hizo falta expandir y perforar nuestras fronteras. Las luces de lo internacional deben posarse también aquí y situarnos en el radar de guerra cultural. Es por eso que presento esta cuarta sección de poetas bolivianxs. Júzguela. Espero que estas criaturas le juzguen y latigueen también.
Aquí puedes ver los links de los primeros enjambres de poesía boliviana escrita últimamente:
Adhiérete y parasita el blog El chivo de los cielos (poderoso parásito): https://1846642.site123.me
Andrés Mariño, sedicioso, neurólogo negativo, fabricante de armas bacteriales (jajaja) e hijo, sacerdote y copulador de los trances del roturnomio. Desea ser una planta de fisión.
marinoriverairvinandres@gmail.com
LUCÍA ROTHE. (1994) Estudió Música en el Conservatorio Plurinacional de Música y Filosofía en la Universidad Mayor de San Andrés. Ha participado en festivales de poesía en Perú, Chile y Bolivia. Fue coorganizadora de la FLIA La Paz 2018, fue parte del consejo editorial de la revista Esparpajo y de la editorial Nuevos Clásicos.
Ha publicado Ensayo de transición con Maki_naria Edciones (2016) y el fanzine CONTROL (2017). Aparece en las antologías: Ulupica. Trece poetas bolivianos actuales de Libros del Cardo (2017); Enero en la Palabra (2018) y revistas como: Cráneo de Pangea (Ecuador), Revista Poesía (Venezuela) y Escrituras Indie (Argentina).
De Ensayo de transición en Maki_naria editores. 2016
(primeravez)
Suéltame las puntas guijarro mal sostenido por una balsa
hueca construida en tu deterioro mental,
para salvarte.
Dame esa única razón.
paraconvenirqueeldesmayosecontemplaconvexoenelespaciointer-
costalfluídoúnicoysometidoalengañoqueconocemos.
Ya puedo comprender la forma desvergonzada de tus vísceras
abiertas porque pregonamos perdidos con la misma voz
deshuesada,
sin norte.
(tresmeses)
Estamos hechos de carbón taimado
Desde que me levanto consigo apagar pocas de las luces que se forman
cuando incide alguna de las antiguas palabras en el agua que queda,
Dentro de los vasos
Pudriéndose
Vaya Dios a saber dónde dejamos el equipaje
Tanto bajamos de este lugar para ir a encontrarnos con todos,
los mismos
Ninguna puerta hay de más en las casa huérfanas
Vamos a lograr deshacer un ventanal
Yo no quiero continuar
No quiero.
Hay una parte que ignoro de ti y de tu miseria
La lujuria nos atrapa
Dentro de este vestido se nos transfigura la carne en
anticipación al crimen
Soy todo lo que leo
Todo lo que veo son los mismos pedazos de piel
cosidos unos con otros para que pueda reconocer el espanto
y madrugar estos pensamientos vulgares.
Es señorial ese tu aliento
Con el que pretendes instalarte dentro mío
Encima de la cama,
Dentro del closet,
En la oscuridad de una esquina.
Vamos todos a desfigurarnos en pequeñas bestias biseladas y
poblar infancias ajenas
Nos quedamos sordos en algún punto
Tus dedos dejaron de tener sentidos eléctricos y el lenguaje
pudo más que la simpleza.
(centésimodía)
K.
fauno ebrio de pornografía
enmohecida
Somos esta casa que apenas empezamos a destruir.
Fragmentos de Control de Mepra 20
Si puedo apresar el mundo
en una palabra exacta
volverla un dios
exaltarla
haré mi tarea con lentitud
sabré con qué lengua probarte
pasarle la saliva de mi pulcritud
a la obscenidad que nos atraviesa.
Dios aullaba en la tarde
pero el ruido del sol nos separaba.
Si supieran hablar,
en confianza mutua
la sangre les espantaría.
LEONARDO NICODEMO. Nació en 1982 en la ciudad de La Paz. Escribe poesía, narrativa y guiones de cine. Incursiona en el performance. Ha publicado el libro de poesía Desnubilar (Editorial 3600, 2015) y el libro de narrativa Una noche más en sociedad (F. C. B. C. B.). Es miembro del comité editorial de la revista Esparpajo y parte del colectivo de acción Trances del Roturnomio. Es abogado, docente universitario y tiene una maestría en Política y Relaciones Internacionales.
De Desnubilar de Editorial 3600 y Ediciones Equis, 2015
Coordenadas para la perforación
En la patria del afuera lo cósmico son las entrañas no se ve otra cosa solamente el germinar de pies y cabezas en el parto nacimiento envuelto en pieles y lo que se debe hacer, consejo de quien vive aquí, es aprender a caminar con la tierra en los zapatos pues de nada más que de barro son todas las pretensiones habidas y por haber y cuidado con la lluvia con el fango y las cosas bonitas porque son escarabajos mezclados con el arroz y la nata te los llevas adentro y adentro es el lugar donde el calor y la sangre son una misma cosa navegando en una deriva de infinitud glacial recomendable únicamente a los más avezados, a los que aprendieron a caminar sobre el polvo sobre las piedras herida por herida y se olvidan de las joyas preciosas los que se sumergen en el agua y se embarran de aceite para evadir las manos pues éstas se hicieron para producir y para detener al mismo tiempo
aquellos que miran a la luz y la perforan
no necesitan a la tierra como interlocutora
hablan cara a cara con el sol.
Sistema circulatorio
En nombre del movimiento nace la sangre por el calor sobrevive y avanza cargada de la memoria que cruje que se enhebra a los surcos ya establecidos y unos son ceniza otros hielo derretido al sol que se suceden uno buscando al otro en medio de la enorme cabeza latiente que sostiene con sus cuatro puntas la vigencia de todas las representaciones creadas para crear y así se cree que existe un lugar llamado más adelante un lugar que está encima o a través del vacío madre llenando la distancia.
A mayor sangre que va cayendo se forma el mundo resguardada fluye en cuerpos que surgen que se alzan desde el suelo troncos arena hombres cataratas ribas mujeres cuencos atados a un círculo perpetuo de centro fijo el fin continuo con fibras que nacieron al primer roce que inició el circuito y se da vueltas cabalgando entre la náusea y el goce sideral y rasmilladas las mejillas por lágrimas y dientes por la risa se da vueltas y vueltas y vueltas y el ataúd hace su parte en esta eternidad.
Nace del brote
I.
Trabajo conjunto del calor y la vigilia permanente
en medio del surco hendido al ombligo de la niebla
raíz de un latido ronco: universus motus
contradiciendo al soporífero tiempo que sólo ondeaba
cae
revienta
chorrea
incurre
una larva hecha de músculo e intenciones.
Posee una cabeza repleta de un agujero profundo
conectada a la tierra por un hueso perfil de estaca
hambrienta va la larva por encontrar donde se refleje su imagen
busca rasgos y finales tersos, cumbres también busca
se retrae y táctil empieza su embarazo de las cosas
rechaza el jardín pero se duerme en él, sobre las flores
a escondidas.
II.
Unos cuantos proponen así fuera la gran cosa
mover al cuerpo como una palanca utilizando
a la lengua y al consejo del paladar;
las cuerdas se estiran y se amarran a los dientes
se produce el esfuerzo de todos para que el músculo hable
se unen se cohesionan aplacan la luz del sol con farallones
y disparan a la larva hacia una colina resbaladiza
tratando de amasar palabras y quiere escupir su lengua
la tiene atada urgida tanto como a ellos,
todos siguen pretendiendo que el músculo abra la boca
no sólo para devorar como animalmente le gustaría.
III.
Esa larva de músculos es ahora un conjunto amasado de alfileres pensarosos, teleológicos, se han ido anclando en el hueso del tiempo bien seguros, montados en progresos y otros cinturones, y se figura a sí misma esa larva como el único universo mientras la tierra va dirigiéndose al mismo agujero con el que se creó aquella primera cabeza profunda cual risco.
Poemas inéditos
Se han sellado las alianzas con las grandes porquerizas
ve –tú– allá y lávate del barro en el barro
comienza
instala veredas en donde los pies puedan caminar sobre un suelo calcinado por tanta sangre recorrida dulce sangre que alimentó a las crías optimistas como tú que buscaron levantar una pared con saliva puros quistes resultaron entonces
*
Señor juez, presento la siguiente demanda:
i) clavarle el diente al buche a quien plazca
ii) jugar mejor las cartas penetrando
iii) ajustar sea igual a flexibilidad
¿pretende mediante mi persona encontrar el hueco del recluso?
No. evito escapes justificando con gruesa simiente la validez de nuestro mísero aire expulsado por los pulmones cada vez más parecido al tizón de una chimenea
nada acontece si primero no creas un pantano se sabe
por lo tanto, sentencio:
al punto i) la sangre es un extraño dispositivo no necesario para la reforma del ser: cuerpo no; al punto ii) la humedad y el hueco son confusiones de principiantes: revisar el valor del signo menos; al punto iii) por Dios eliminen colgados del cuello a cualquiera que anuncie tal pútrida ridiculez: hágase conocer
y por orden de la ley se restablece la Estratagema, he dicho.
Embrión
La máquina cárnica revoloteando como un pulso
enredados en un ovillo mientras desde el hueco alguien susurra:
“el poder es el poder de la posesión, apodérate a ti mismo”
Energía Significativa
la carne a mí mismo viste
me usa como tambor
para producir ondas
desde no sé qué cosmovisión engendrada en mis entrañas
no dejo de entender la sutura que me la hizo la golfa naturaleza naturaleza con ganas de matarme a cambio de un detalle: el poder germinador si eso no es nada si lo comparamos con el deseo de exterminio que tiene esta cabrona
NO AdmisiONEs
EDGAR SOLIZ, (1982) Nació en Oruro. Escribe poesía, cuento y crónica de tema homoerótico. Ha formado parte de antologías y revistas de poesía digital y encuentros poéticos latinoamericanos. Organizó el festival Sudaka de poesía de disidencia sexual latinoamericano. Ha publicado Diccionario Marica (Fundación Editorial Q’iwsa – 2014), Eucaristicón (Cascahuesos Editores – 2016), Sarcoma (Editorial 3600 – 2018) y Gay discreto busca heterocurioso: pulsiones homosexuales que habitan la ciudad (Movimiento Maricas Bolivia – 2018). Co-produce y co-conduce el programa radial “Nación Marica” emitido por Radio Líder en la ciudad de El Alto. Pobre, cholo y maricón.
De Eucaristicón de Cascahuesos, 2016
Te despierto con ese silencio sordo que te grita: aleja de mí esta copa.
Mi lengua decanta sus frustraciones y arrastra la perfidia de tus lamentos,
se detiene a medir el peso de las piedras que florecen en mi espalda y huye-
Me ahoga el secreto de esas piedras que silban las pesadillas al borde de mi ano,
ningún olor las contiene, sólo la interminable caída de la luz enceguecedora.
Había comenzado a sonreír, a condolerme,
a sopesar el vino con que mojas el vientre de ese
bocadillo estéril que se mueve entre palabras sueltas.
Mientras, en alguna parte del cosmos, un padre teje
tribulaciones en el prepucio limpio de su recién nacido.
Me concedes el beneficio de la duda y, por segunda vez,
haces de este huerto el miserable lecho de la escritura.
IV.
Evocación:
El fuego inquisitorio calienta el lomo de ese
cuerpo roto que se consume en las primeras palabras.
Simulacro:
La conciencia renuncia a su primera lengua,
enmudece su halo verborreico al tercer intento fallido.
Revelación:
Todo desfallece en el preámbulo del alba,
incluso el hollín de la promesa que habitaba tu carne.
Una lágrima corroe la piedra fundamental,
el silencio guarda los honores del padre,
la ceguera languidece el tiempo sexuado.
Abro el costado derecho de tu abdomen,
envuelvo tu nombre en la sangre del templo,
lo entierro junto al pan ácimo que me queda,
costuro tu herida y bebo el agua de tu abandono
Deletreo: ¿ A g n u s D e i ?
VIII
Me condena tu palabra, alucino en su secreto,
maldice la libación de ese tótem ensimismado,
abjura la ingratitud de mi sexo descompuesto.
Tu aliento me quema el placer de beberte de un solo sorbo,
de buscar los retazos del madero erguido entre mis manos,
de intentar cogerlos, morderlos, comerlos, pero es inútil.
Porque todo sabe a nada y este recorrido me despoja del dolor
donde tu heredad unge mi pasión ominosa.
Restos de tu piel superan la dimensión humana
y entrecruzan cicatrices verbales que celebran el nombre
-tu nombre tatuado en mi dorso-
y contienen la gracia de ese hijo, andróginamente casto,
que conduce una yunta hermafrodita
por el camino más angosto, como indica el padre.
De Sarcoma en Editorial 3600, 2017
(Fragmentos)
Infectología: 03:45 a.m.
Letanías agonizantes adormecen el sueño,
flatos nauseabundos emana la carne sucia,
misterios degenerados en el tejido sacrificial,
células humanas fermentan su maledicencia.
El formol ha florecido mi cuerpo. Extremaunción en el deseo de la lengua que me toma inútilmente.
El formol ha desposeído mi cuerpo.
Soy el cuerpo de ese niño viejo que reposa en el tufo del hombre fofo que eyacula a los cinco segundos en punto y celebra su pápula sifilítica que se abre como un estigma religioso en el borde constreñido de su ano.
Escarlata,
toda la carne adornada de sanguijuelas
que devoran el ojo que queda,
los pulmones reventados
el intestino pálido
y las extremidades enmohecidas
Triturar los gusanos que nos tragan con fruición,
succionar el cuerpo que nos pertenece,
separar bruscamente los gusanos de la caca
y estos del cuerpo.
Abrir la boca para dejar salir la pus
y suspendernos como una pluma
en la garganta de la noche que nos traga
(Abrir el cuerpo de par en par, para recibirme en mí)
¿Cuál el mágico encanto de la enfermedad?
Reintegrarse a la enfermedad que es lo único real que queda
JASER ANTEQUERA nació en 1992 en la ciudad de La Paz. Estudió Marketing Publicidad y ahora se encuentra realizando estudios en la carrera de Literatura. Su obra es aún inédita. Administró el blog Desblogueado.
Manifiesto bootleg
Y qué si imitamos?
Copiamos,
PLAGIAMOS
En nuestra versión ordinaria
Burda,
Inculta
Despreciamos el sello de la originalidad porque sus garras ya estan hincadas en la punta del pie
La farándula de quienes se dicen propietarios del espíritu
De cuál espíritu???????????
Espiritistas y agoreros de papel y azufre.
Aquí vamos a entregarnos a la contradicción
Y a la contracción
De las vísceras y del asco
Del tifus encarnado en la membrana de la conservación y preservación
Vamos a cantarles deuteronomios que liquiden sus frentes
Vamos a reivindicar a:
a) La mosca delgada que puede subirse al pulpito
b) La gran variedad de oxidación
c) El plástico que se derrite en la punta de nuestros pezones
d) Y la muesca superdotada de creatividad
e)
Porque, simple y sencillamente, hemos alcazado las cimas de la totalidad (casi)
y no hay nada bajo el vigilante cielo que podamos aportar a sus dígitos/números.
Sus colmenas se han abarrotado y no nos queda más que robarles sus encantos
Para nuestros propios deleites y placeres,
para olvidar que de niños nos estrellamos las cabezas en los aparadores de lo falso, lo dictaminado.
Y a ese ritmo en el que la repetición cansina transcurría mordiendo pinnas
fuimos felices nadando en lo efímero.
Hoy por hoy, gastamos tiempo
Y qué? Si ya no queremos gastarlo más
Por eso vine hoy a gastarme a mí mismo, a esta versión mía
la que heredó lo que sobra
y de las sobras hacer un altar.
Acedo
La ira de Dios, de miles de dioses escogidos…
A la suerte me entrego y su cólera arde en mi fuego
El fuego que ha nacido en mis entrañas.
Le temo a la virtud de mi propia concupiscencia
Conciencia de mojarse
Empaparse
Llover a fluidos gástricos
Estomacales
Glandulares
Intensos
Intimidantes
Íntimos desintimados
Intenso es latir al compás
de la divina venganza
cuando machaca mis labios que besan y se vendan
Palabra por palabra
Brindis
Tú me la chupas
Es más, me la succionas
Y yo también te la chupo
Y al terminar de absorber el universo
habremos vomitado ríos nuevos
Y mares de seda
Y lagunas doradas
con pulcras nostalgias libidinosas
Y nuevos cielos,
y tierra en alquiler
Y
Y piedras
Muchas piedras que nos lanzaremos con violencia
desde fundíbulos huecos
hasta darnos en las narices y sangrar
cefalonúcleos negros que siguen vomitando sangre
Y de la sangre
Del líquido que hierve en la fría noche de aguzados vientos
beberemos hasta embriagarnos
antes de volver a vomitar
SALUD!
Uliseo
Pisando el suelo de éste repugnante Olimpo de soeces graznadores
lo vi bajando por las cuerdas de cientos de suicidios
Mamá, hoy hay para comer?
Comer miserias, navajas aderezadas en vidrios
La lengua se me deshace papá
Y con qué calor quema su alma hasta carbonizar el cuerpo;
hasta que pegados los unos a los otros,
nos imaginamos amodorrados y transpirados sobre el pasto seco
Dormidos y copulando como maquinas al azar en una obscena fabrica de chicotes.
Sale la hora del descanso y en simultánea latitud bebe chocolate por la nariz y se atraganta
para cuando llegue la mañana.
Noticias sin pausa
Sima
Traspaso los silencios alejándome del ruido salvaje.
Por las entrañas de la gloria he recogido sueltas larvas.
Allí las melodías me esperan bañándose las unas a otras
y se tuercen al ruido de llamados y luces de informativo central
Por donde nazco es a donde seré llamado al fin
A los tumultos de mi erróneos escupitajos
Sin una mueca, soy para ti la novia de los espantajos
Para ellos, he contado las cabezas del querubín
y me fue dado el numero de las flamas del delirante puñal.
En ese entonces quiso ser amigo de las fiestas rotas,
ganando súbitas blancuras del mediodía sin calmas,
ataviado de una capa de pólvora y de engranajes
Bum!, son las manzanas primigenias
Bum, monedas sin caras
Bum, la luz cegadora
bum se desploma la olla
bum, las cuerdas se reencuentran
bum, me llevan las montañas
El ave nace, muere y su nido arde mientras canta…
OMAR ALARCÓN. Nació en la ciudad de Sucre el año 1986. Es poeta y cineasta. Publicó el libro de poemas El corazón entrega sus muertos (Editorial Pasanaku, 2006). Fue incluido en la antología Cambio climático (Fundación Simón y Patiño, 2009), en Memorias sin espejo. 15 poetas bolivianos contemporáneos (Ladrones del tiempo 2019) y revistas especializadas como la revista digital mexicana Círculo de Poesía. Con su primera película Mar Negro obtuvo en Bolivia el premio a mejor dirección (Premio Eduardo Abaroa 2018), película que narra la vida del poeta Hugo Montero.
II
El mar choca contra las rocas negras de mi pecho.
Adentro, la lluvia borra todo lo que he escrito.
-Mira, los pájaros no anidan en el cielo. Cada nube es un dibujo que hemos trazado al azar.
Las gaviotas gritan tu nombre al amanecer:
Sus graznidos son mi propia voz que se hace espuma.
Quieto, ausculto el pulmón de un pájaro, su largo tic tac de silencio y su mirada acostumbrada al horizonte.
(Ahora estoy seguro, ningún sueño de libertad se compara al aleteo de una
mariposa en el vacío)
-Cada vez que busco una respuesta encuentro tus ojos mirándome desde el fondo de las cosas simples.
Un pañuelo es lo único que queda después de una despedida.
Un pañuelo y una playa desierta donde escribir mi nombre.
Silueta anónima de la tarde, yo dejo en ti un breve aleteo para recordarle al mundo lo efímero de este sueño.
- Mis cabellos fueron creados por las mismas manos que desatan el aullido de la noche.
- Cabalgo en el tiempo, hilvanando estrellas que soy yo mismo.
Juego mi vida a los dados sabiendo que en todos los números está escrito mi destino.
Puedo plantar mi cadáver como una semilla del mar en las manos de cualquier ser humano,
colgar soles en el corazón de la muerte,
llenar el mundo con un amor de olas incontrolables.
En mi casa, las murallas de la noche son tan altas como la esperanza.
Allí, las mujeres y los hombres bordan su ropa de luto junto al río y esperan cada mañana el retorno de las aves.
En esta tierra construimos piedra a piedra una fe que se derrumba.
Nos llaman, “los ciegos que cavan un hueco en el crepúsculo”.
- Mi desnudez habita la tierra como un huracán.
Desconozco las líneas que trazan el olvido y la historia, me equilibro en un solo pie entre lo
que fui y lo que nunca seré.
Aquí, nuestros altares están vacíos.
Desde tiempos remotos conservamos sólo una vela como recordatorio de un alma anónima.
El paso de los cometas nos devuelve el aliento y la confianza en nuestro viaje.
- Los malabaristas no conocen el vértigo. Cuando se enamoran dejan caer sus cuerpos libremente en el vacío.
Somos la luz que se ciega a sí misma.
Una vasija que encierra la ilusión de ser alguien.
Nuestras lágrimas caen, casi siempre, en un pecho de piedra.
No en un huerto de flores.
Cortamos el pan sabiendo que hemos dado muy poco.
(En nuestra mesa sólo nos pertenece aquello que compartimos).
Prendemos una hoguera para alumbrar nuestro rostro que es el rostro de todos.
El amor toca nuestro ser abriéndose paso entre la herida de estar vivo.
- Una sonrisa dibuja lo que ha quedado de un beso: Una red de estrellas sin nombre, un
mar.
Viajamos al sur y al norte. Pero en los pozos del desierto solamente hay sed.
(Las huellas en la playa no son eternas, las olas devuelven los últimos
restos hasta la orilla)
- La sombra se conoce a sí misma sólo cuando la barca está vacía.
- ¿Quién puede ver su reflejo en el agua mientras llueve?
Al amanecer los pescadores cantan ebrios junto al puerto.
En medio del mar, la barca está vacía.
IRIS KIYA (Sebastián Melmoth – Milton Steiner) nació en La Paz el año 1990. Ha estudiado literatura en la UMSA. Participó en festivales de poesía en las ciudades de Cuzco, Santiago, Iquique, Tijuana, Quito, Cochabamba, Lima y Arica. Pasó a ser organizadora del Festival Tea Party, Encuentro de poesía latinoamericana en Arica. Sus textos han sido publicados en antologías físicas y digitales en Bolivia, Argentina, México, Ecuador, Perú y Chile. Entre el 2010 y 2013 participa y organiza encuentros de editoriales independientes dentro y fuera de su país. Ha ejecutado distintos talleres de creación literaria, lecturas de poesía y ferias independientes en colegios, universidades y psiquiátricos. Ha publicado los libros de poesía Manicom(n)i fra(g)ta (colección Postmortem 2010), 24 cortos y un prólogo en braille para Gelinau Laibach (2013), la plaquette En la trinchera 8216), Masacre en la calle Harrington (2017) y Márgenes infrarrojos. L’image, une forme de violence (2019). Formó parte de las editoriales independientes Género Aburrido y Maki_naria editores. Actualmente es coeditora de la colección de Nuevos Clásicos.
De 24 cortos y un prólogo en braile para Gelineau Laibach
Me recuerda a Chabela Vargas cuando cantaba.
Ponme la mano aquí, Macorina.
(Geometría Moral – Luis Carlos Mussó)
Sueño º 1
INVENCIONES CATALÉPTICAS
Escenario nº1
Esquizofrenia
(La monja entra en la habitación dando tumbos,
la monja cuaja los pies en el sofá
no suenan a violín,
chillan, pero no vuelan)
Escenario nº2
Redundancia esquizofrénica
(Entra Macorina, la hermafrodita.)
Sus pies tienen el color del azufre, la miosis de su cuerpo no se ha completado, mira por la ranura de las micras en braille, su cuerpo se invierte y el vestido de terciopelo verde no deja de rezar. Macorina tiene un hijo hermafrodita. Merrik trabaja en un circo. Tiene un hermano gemelo que está muerto. Merrik se pasa todo el día coleccionando vestidos de terciopelo verde. Por la noche Macorina le canta Egon Schiele y Klimt. Merrik se enamora de las niñas de Schiele, pero tiene culpa por su hermano, cada mañana lo entierra con un vestido verde.
Escenario nº3
(Entra el fotógrafo)
Escenario nº4
S/l
(Merrik se sostiene en una pierna, sus ojos se cierran cuidadosamente como si estuviera viendo una película en braille. La madre acomoda al niño en el podio, lo viste de blanco y se tapa la nariz, se la restriega una y otra vez. El niño se atraganta con líquido amniótico; pesa lo que cubre su cuerpo: nada. Macorina espera el llanto. El fotógrafo sabe que ella está loca, la mira cantando Egon Schiele. Ella sale de la habitación gritando .tengo un hijo hermafrodita-. El fotógrafo la busca a tientas por entre los vestidos de terciopelo verde y finalmente dice: sí, usted tiene un hijo vivo y otro muerto. Ninguno es hermafrodita.)
Escenario nº5
(El hijo vivo es la muñeca que le atraviesa los brazos, el muerto es ese feto al que le sale líquido amniótico por la nariz.)
Escenario nº6
Fotografía:
Macorina, el vestido verde, la muñeca.
SUEÑO Nº8
RETRATO HIPERMERTRÓPICO
A propósito de la muerte del elefante
El ojo se ensarta,
miro el funeral del elefante
se me arrellana la sangre
y mi madre se atraganta
con la hostia,
espera que mi cuerpo se pudra para comerme.
El ojo se ensarta,
he visto al demonio.
Las canciones para los muertos
se avejentan mientras el circo
camina hacia el funeral.
Mi cuerpo se costura:
El demonio
mientras baila, me susurra al oído:
“Cuando tu flor se marchite, yo seré el rocío que la cubra”.
YO,
GELINEAU LAIBACH
Yo, Gelineau Laibach, lo sé todo acerca del pecado.
Seguramente los hombres-oculares están preguntando por el cronógrafo.
El cronógrafo insiste y marca su música.
_
El reloj marca el soliloquio de la violación de las niñas de Egon Schiele,
El cronógrafo perturba la música y las niñas quedan ciegas.
El reloj toca el circo de la tarantela.
Yo, Gelineau Laibach, lo sé todo acerca del pecado, -musita-
Levanta sus dedos, acaricia el olmo,
mientras las micras de cabellos
envueltos en el féretro de la retina salen disparados.
El paciente presenta:
Los dedos rotos,
la sien abultada y corroída por la sangre.
Las hebras musgosas de su cabellera
han evitado que el iris pierda su pigmento .
El cuello cerca la cuerda
se convirtió
en otro cuerpo
fugado.
De Márgenes infrarrojos. L’image, une forme de violence
Santo contra Blue Demon en la Atlántida
Santo y Blue Demon contra los monstruos
Debes luchar contra tu adversario como si fuera tu mejor amigo, recuerda que una técnica bien aplicada es más
dolorosa que una acción sanguinaria.
-Decálogo del luchador
Santo contra Blue Demon en la Atlántida
Santo y Blue Demon contra los monstruos
y así mismo se sentía,
un monstruo que no peleaba
mientras sudaba,
recordaba que José Guadalupe Cruz le había dicho con respecto a su cómic
que cada recuerdo
era como un poema,
porque era simplemente una ilusión de la violencia.
El Santo al principio no entendía nada de lo que José Guadalupe Cruz le decía
pero ahora que llevaba la máscara platinada
y el traje le apestaba a sudor,
repetía en su mente:
Santo contra Blue Demon en la Atlántida
Santo y Blue Demon contra los monstruos
y cada vez que el comentarista
hacía un retroceso histórico sobre la lucha libre en México, desde 1910, etc, etc, etc…
y la troupe
y los rudos
y los técnicos
y las máscaras
y las cabelleras
y los campeonatos
El Santo sentía que se estaba asfixiando
y le rezaba a su santito El Diablo Velasco
le imploraba que el comentarista se callara
y que los demás luchadores dejaran de hacer llaves con las palabras
puesto que él ya estaba grogui, aunque el boxeo no haya sudo lo suyo.
Ahora vamos a preguntarle a El Santo, el enmascarado de plata ¿Qué siente usted después de haber tenido una trayectoria de 40 años en el ring, el cine, el cómic?
Creo que un luchador llega a su catarsis, afirmó seguro, porque leyó esa palabra en el cómic de José Guadalupe Cruz, cuando se está en el ring, esperando el conteo antes de ganar una pelea, en el cine y el cómic es cuando uno, y puede que suene pretencioso, pero cada imagen es como una ilusión de la violencia, pero… nada sería posible sin la gente, el público que siempre será nuestro fiel admirador.
Ya lo escucharon señoreas y señores:
El Santo, el enmascarado de plata, cada luchador es una ilusión de la violencia, ¡qué lindas palabras!
Gracias José Guadalupe, se repetía El Santo, se sintió feliz, radiante, así que se levantó de la silla, dio una vuelta de 180 grados y la cámara enfocó su rostro, la máscara estaba en su asiento.