añadir una palabra al prefijo post: postsuccionanismo, postelementarismo, postcautelismo, postembrujamiento, y así podemos seguir hasta el infinito (¿existe esa cosa llamada infinitud que traspasa el tiempo o existe mejor dicho alejado de él, sin sus reglas quiero decir?), el punto es que se pueden agregar otras palabras a otras palabras y así cambiar sentidos en millones de sentidos hasta no acabar y siendo tan inmenso este plano del lenguaje sin embargo nunca logramos decir lo que realmente queremos decir nosotros mismos nos interrumpimos y nos salimos por la tangente nosotros mismos y así nunca se logra decir eso que de verdad quieres decir y algunos tratan y estudian mucho leen y se arman de palabras y formas de ordenarlas y desordenarlas buscando lograr decir eso que habita en ellos no se puede les separa una roca terrible que nadie puede mover ni con auxilio de esas máquinas que tienen una pala gigante en sus narices.
se van formando las cadenas de sentidos aliadas por materiales inestables que ante cualquier fricción combustionan dejando reluciente el mismo error que acompaña y hace explotar de pronto otro sutil envase en el que están todos tratando de ahuyentar al sinsentido pero un momento imagínense a este muchacho ruso llamado Vygotski hablando al frente de otros muchachos que usan sombreros y los colocan al lado del pupitre, imagínenlo diciendo frente a una clase algo como esto : "los procesos de internalización no consisten en la transferencia de una actividad externa a un plano interno preexistente, sino que son procesos mediante los cuales este plano se transforma" y esto nos permite hablar de la transformación del plano interno como lo que importa más incluso que el sentido sin embargo una transformación constante significaría mayor cantidad de problemas para componer en palabras "aquello que nos interesa decir para explicarnos" y esto es lo que ahora pretendemos decir esto es lo que se acabará diciendo después de haber extraído desde el fondo algo que estaba oculto pero reclamante: el interés es más importante que aquello que se dice no la palabra sino el interés es lo que nos mueve (para terminar imaginando a Ezra Pound ya viejo, sentado en una de esas sillas señoriales que il Duce le ha regalado, hablando a un micrófono de la Radio Italia diciendo: "el interés lo es todo, la usura fabricada por un sistema que quiere ser el administrador de todos nuestros interés, esta hecha precisamente para quitarnos nuestro interés... y no solamente el monetario quiero decir").
Nicosia.