La necrósofa Dxxx, que fue encontrada muerta en su departamento el 21 de abril de este miserable año y cuyo deceso lamentamos profundamente, sostenía que existe el reino de la carne, el reino cibernético, el mundo de los demonios y el reino de los viriones. Nada más importa un carajo. Entre las esferas, la guerra-sexo zombie interespecimen, el hacker-contagio y la carno-posesión necropsicótica / con tal violencia. Pero no hay que pensar estos reinos como reinos, sino como interregnos, revueltas, líneas externas y líneas infiltradas. Y lo que importa de la esfera no es la esfera, sino los espolones bacteriales, sus prácticas de brujería, el movimiento legionar, los lanzamientos de maldición y contramaldición, las espículas de retrotranscripción, las operaciones de inteligencia (nadie habla aquí de los progresos de la razón) y los laboratorios militares. Y Dxxx se excitaba al hablar de los movimientos militares, así como con los relatos de apariciones y desapariciones. Pero se emputaba como buena azufrera que era cuando lxs demás filósofxs la situaban bajo las vastas zonas del vitalismo. No hay nada peor que el movimiento de lo no-vivo. Estamos en busca de toda su labor teórica. Y abiertos a colaboraciones.
El vampirismo surge en esa zona cuando el sol es derribado. Es altamente infeccioso. Y lxs infectadxs hablan con el veneno.