Además de denuncias de no citar correctamente los escritos artaudeleuzianos, amenazas de hacer desaparecer el site123 del chivo, escrituras neo-emo, saludos ciberianos y amenazas anónimas, el correo electrónico (elantichivodeloscielos@gmail.com) recibió un archivo de la dirección de e-mail de la necrósofa Dxxx, cuyo trabajo nos ha llevado hasta aquí y que hemos mencionado anteriormente. ¿Será que no ha muerto? ¿O será algunx de sus discípulxs jugándonos una broma pesada? En cualquiera de los casos, consideramos que lo que dice es discutible y relevante, en tanto va develando una publicación futura: Geología sagrada. Escritos del terror. Pasamos a transcribirlo en su totalidad. Ya que lo consideramos un buen anticipo y fue solicitado por la autora.
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Geología del terror
MIENTRAS LA OBRA AVANZA LA TIERRA SE DESHACE EN UNA PLANO INFINITO DE HIELO NEGRO.
Eso fue lo último que se me ocurrió al leer por adelantado la copia decodificada de Geología sagrada, escritos del terror que me fue enviada por ustedes. Si bien mis vastos estudios en necromancia y necrosofía, así como las enseñanzas de mi maestra, me permitieron entrar al ocultismo del texto desde un “espacio seguro”, hay párrafos que me resultan demasiado abominables (por las constantes llamadas al demonio y a horrores inmemoriales) como para hacerme la idea de que circularán pronto por ahí. Y más aún en esa periferia del cosmos que es Bolivia. Pero tal vez, como uno de los maestros iniciados dijo alguna vez, ahí, en el altiplano, en esa lengua sísmica, una corriente ultramundana azota el sistema nervioso de manera inhumana, azota con azote inhumano: el futuro será impactado por el pasado profundo. Estaba refiriéndose a esa tierra a la vez genésica y apocalíptica gobernada por Sapos-humanxs, sacerdotes de un mundo sumergido en agua cósmica negra (que ahora es hielo y un día se derretirá para liberar los grandes volcanes dando a luz una nueva era en medio de la incineración).
En todo caso, si escribo esto no para manifestar mi horror, infundado por mi pasado en las artes de sangre fría o no. Sino para mencionar las coincidencias entre su texto y mis descubrimientos ya mencionados en su portal web: el interregno y la simbiosis de guerra. Obviamente han sido reformulados al calor de un cthonismo fanático y monstruoso. La Geología sagrada habla de la Tierra como un interregno de máquinas, demonios y virus cósmicos además de dispararla al más frío exterior. Me recordó cierto murmullo extendido entre iniciados que dice así: la Tierra no sólo está maldita, la Tierra es una maldición. Y créanme que lo dicen en el mejor de los sentidos. Eso lo sabemos desde antes.
Seguramente escribir esos escritos del terror se sintió como poner bombas bajo superficie de un planeta envenenado. No sé a qué ritos o intoxicaciones primigenias (en que prima el gobierno sobre el control) habrán recurrido. En todo caso, todo se hizo para envenenar más, no para curar. Todo tomado por un movimiento no muerto que escapa al vitalismo. Por veneno, si se quiere.
Es por eso el énfasis que hacen en sumergir al planeta entero en abismos infinitos, en fuego infernal o túneles caóticos. Detengámonos en estas tres líneas, que creo que dirigen el daemon del libro. Asegurar que la tierra se halla precedida por un abismo gigante en su interior, o sea, no hay fundamento, hay nada. Señalar que la tierra guarda un infierno dentro, un infierno implantado en la tierra pero que no es de la tierra. Un “planeta-entidad” infernal dentro del planeta tierra que lo quemará todo en un incremento de intensidad. Y por último, la anarkitectónica, el submundo conformado por túneles, planos, estratos y contraestratos que no hacen más que referir al fondo-sin-fondo caótico y abismal más que a un suelo firme y conocido. En resumen, hacer de la tierra lo hostil, lo invivible, el Exterior mismo con ayuda de los demonios o entregándoselo todo a los demonios.
También es visible el aprendizaje de los brujos aymaras que contrarrestra el discurso pachamamista desde dentro, desde los conocedores del asunto (lo oscuro y lo fuerte del asunto). Algo curioso, nunca antes les había prestado tanta atención y debí haberlo hecho…
Geología sagrada me ha provocado visiones:
He aquí la Tierra ocultando un parásito gigante.
He aquí el planeta negro de la vida glacial en la muerte secreta.
He aquí la Tierra siendo drenada por un horror exterior inimaginable.
He ahí unas nuevas bestias, los pachajiyoqhs, alimentándose de la malignidad extranjera.
Por último, deberían considerar detener sus contratos con esos seres extranjeros y su participación en la guerra cósmica (que bien señalan como subterránea). Aunque en el fondo sabemos que ya vienen, que ya han entrado, que ya están aquí y que la Tierra ha sido reclamada. No es sano, no es seguro. Pero aún así…
Dxxx, la necrósofa.
Desde la tierra de los muertos.
Psdt. Amo nuestros cuerpos delgados, nuestros huesos sobresalientes, parasitados por fuerzas extrañas. Amo nuestras pequeñas hemorragias, los contornos que hacen visibles a los vampiros estelares. Amo el horror de estar en la Tierra, sepultada cósmicamente.
Psdt 2. Quiénes son esos autores? Quisiera conocerlos por motivos, digamos, secretos.
Psdt 3. Espero que esto sea publicado en su portal digital.
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*neuropics de mattttt